LUZ DEL MUNDO Y SAL DE LA TIERRA




SEÑOR JESÚS


Tú que me invitas a ser sal y luz del mundo,

Tú que me comprometes en tu misión,

Tú que me invitas a ser testigo tuyo,

ayúdame a vivir cada vez con más convicción mi adhesión a ti,

para que de esa manera pueda contagiar

a otros todo lo que Tú haces en mí.

Regálame la gracia de mostrar con mi vida lo que creo y que Tú haces en mí,

por eso, si me pides que sea sal y luz,

dame Tú la gracia de dar testimonio de ti,

de anunciarte con mi vida,

de comunicarte con mi manera de ser,

de anunciarte con mi presencia,

para que otros encuentren en ti

la vida y la plenitud que Tú me das.

Que así sea.

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