HOMENAJE PÓSTUMO





Padre Querubín




HOMENAJE PÓSTUMO
Con gran serenidad, esperanza y amor los feligreses de la parroquia San Pío X, afrontamos la partida del padre Querubín y elevamos plegarias a Dios Padre por el eterno y merecido descanso de su alma; al tiempo que le damos infinitas gracias por su vida, por los años que se consagró con esmero en su comunidad de Hermanos Menores Capuchinos (más de 75 años, bodas de diamante) y a la Santa Iglesia Católica, representada en todas y cada una de las personas que realizaban largas filas en espera de su consejo, de su oración, de su presencia.  Es por eso que todos lo extrañamos, pues sabemos que ya no veremos más aquel humilde y bondadoso fraile, que felizmente cada mañana y luego de muchas horas de permanecer impartiendo el sagrado sacramento de la Reconciliación, caminaba por las agitadas calles de la ciudad con su hábito remendado, sus dos características alforjas y sus sandalias ya gastadas en busca del algún enfermo o necesitado a quien llevar el pan, el consuelo, el perdón.  Su amor por los pobres, los enfermos y desamparados lo llevaron a olvidarse de sí mismo y entregarse por entero a su apostolado.  Podemos decir con total seguridad que su vida se resume a aquel pasaje del evangelio (Mt 5, 1-12), porque hizo de las bienaventuranzas una escalera para llegar al cielo; esto representado en la humildad, docilidad, libertad, fortaleza, misericordia, pureza, sabiduría, fidelidad y testimonio.

Queriendo interpretar el deseo de sus fieles, comunicamos algunos detalles de sus últimos momentos:                                                                            
Agobiado por un dolor físico amaneció un jueves 14 de junio; con caminar lento y acompañado por la más fiel servidora del convento, se trasladó a una clínica para recibir atención por esta dolencia; no obstante el malestar siendo las 9:38 a.m. pudo ingresar al consultorio por sus propios medios y pudo demostrar la claridad de su conciencia, a pesar de los años, en cuando a persona, tiempo y espacio al ser entrevistado por el médico.  Ahora, en el momento de la auscultación, es cuando empieza su calvario que, como las 14 estaciones de Jesús, igual cantidad en días sufrió nuestro querido sacerdote; quien día con día aguantó cada una de las pruebas a las que fue sometido y haciendo honor al Señor con su voto de obediencia, Nunca se quejó!  Fue sometido a una delicada intervención quirúrgica con posteriores cambios irregulares en su estado anímico y físico, pero sin dejar de orar en todo momento.  Ya cansado y abatido por la enfermedad sus párpados no dejaron ver más la transparencia de sus ojos azules; con agitada respiración se sumió en un profundo silencio el último día de su agonía, y después de tantos días sin probar el precioso líquido, este mártir, como Jesús, también sintió sed: pidió “agua” pero por orden médica le fue negada, a lo que nuestro fraile Querubín humildemente asintió y expiró ! (junio 27 de 2012 - 10:15 p.m.).

(Esta publicación se ha hecho con mucho respeto a los hermanos en la fe).

EL PRÓXIMO 27 DE JUNIO DE 2014, SE CONMEMORARÁ EL SEGUNDO ANIVERSARIO DE SU PASCUA.  DESDE DONDE SE ENCUENTREN, EN LA MISA QUE ESTÉN ESCUCHANDO PUEDEN ENCOMENDAR Y ENCOMENDARSE A ESTE SANTO VARÓN.